lunes, 30 de mayo de 2011

Por las Tetas Naturales... Hip Hip Urra!!!


El pasado 21 de abril publicaron una campaña hecha por la revista Soho de Bogotá-Colombia, en la que invitaban a mujeres que tuvieran TETAS naturales a que se tomaran una foto y la enviaran. La noticia se propagó como la espuma y la respuesta del gremio femenino amante de lo natural no se hizo esperar.

El resultado ha sido una campaña fresca, que  transmite con claridad el mensaje de la belleza natural del cuerpo femenino vs la silicona.

Es un vídeo para disfrutar, por la espontaneidad de sus mujeres, por la calidad de sus fotografías, por la convicción de la naturalidad femenina y porque beneficia la autoestima de las mujeres.

Hip Hip Urra por las TETAS NATURALES.
 

miércoles, 25 de mayo de 2011

Qué reputación tenemos de nosotros mismos?



Pues eso precisamente es lo que llamaría la Autoestima. Aquella reputación que tenemos de nosotros mismos. Nada más sencillo de definir y nada más complejo de expresar.

Si buscamos una definición más amplia, podremos encontrar entre muchas otras que es la disposición a considerarnos competentes para hacer frente a los retos básicos de la vida y ser merecedores de cosas buenas. La autoestima es una habilidad social que se tiene que potenciar internamente puesto que cuando depende de factores externos corre el peligro de no desarrollarse y etc, etc.

Como prefiero las definiciones simples y concretas, me quedo con aquella que define la autoestima como la reputación que tengo de mi mismo; lo que significa que YO soy el responsable único de mi ser, YO soy el único capaz de decidir como tiene que ser mi vida y además soy YO el único capaz de aprender a reconocer y valorar la persona que realmente soy.

Queda claro entonces que la Autoestima es una carrera absolutamente egoísta pues su éxito o fracaso solo depende de una persona, YO; y este punto de individualidad me encanta de la Autoestima. Por fin algo que podemos hacer solo para nosotros.

Invitados quedan entonces a mejorar la reputación que tienen de si mismos, a entender la importancia de saber donde están ahora más allá de la solución misma y sobre todo a que son vosotros los únicos responsables de vuestra felicidad.

P.D. Os dejo un cuento de Jorge Bucay que puede ayudaros a comprender un poco más este dilema de la Autoestima:

EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

lunes, 23 de mayo de 2011

El poder del ahora



Si te consideras una persona paciente, tranquila, y que sobre todo sabe escuchar abiertamente, sin adelantarse a los hechos, sin terminar la frase antes de que la otra persona culmine, pues te invito a que mires estos 10 minutos de vídeo de Eckard Tolle el autor del libro “El poder del ahora”.  http://www.youtube.com/watch?v=7rVmbooeb6Y


En mi caso a supuesto un reto ver este vídeo y no salir huyendo despavorida pasados los primeros dos minutos de grabación. En una época en la cual el tiempo es lo más importante, dedicar 10 minutos a un conferencista parsimonioso, con voz dormilona, que pareciera que se riera hacia dentro y que ni tan siquiera nos genera sueño sino más bien angustia por la manera casi inexpresiva en que habla, se convierte en un experimento importante.

Si has conseguido sobrepasar los primeros tres minutos sin dormirte o desesperarte, te habrás dado cuenta de lo sabio de sus palabras. Palabras que van naciendo letra por letra por la lentitud con que las dice y por los silencios que nos deja entre frase y frase para recapacitar sobre lo dicho.

Aún no estoy segura de que después de haber visto el vídeo tenga más conciencia de mi ser y de que estoy viva. Lo cierto es que el pasado y el futuro son la referencia simplemente de lo que somos pero no somos más que estos instantes presentes que vivimos y que hace unos instantes se han convertido de nuevo en pasado, para dejarnos solo el efímero presente.

martes, 17 de mayo de 2011

Dónde quedo nuestra infancia?

He releído quizás por tercera vez un libro infantil que se llama Down de la escritora María de los Angeles Alfaya Bernárdez, (An Alfaya) y no me canso de leerlo. Cada vez que abro una de sus páginas retrocedo en el tiempo y me divierto montones con las historias que sabe narrar en lenguaje infantil tan magistralmente esta autora.

La historia comienza así: “Al tío Serafín se le ha caído un tornillo de la cabeza. No es que lo diga yo, sino la tía Edelmira. Oí como se lo contaba a mamá la otra tarde, mientras bebían café con leche en la sala.
A lo mejor se trataba de una especie de secreto entre hermanas, porque la tía Edelmira murmuraba e hipaba, y mamá movía la cabeza de un lado para otro suspirando. Por si las moscas, no quise interrumpirlas y salí a la terraza a jugar con mi gato chas...
…Tal vez son embrollos de niño que no entiende el mundo de los mayores. Mi gran pregunta es si todas las personas tenemos un tornillo en la cabeza, porque yo, por más que me miro en el espejo del cuarto de baño, no acabo de encontrármelo. Puede que lo que suceda es que los tornillos crecen en la cabeza de los niños cuando ya están en secundaria, algo así como las muelas del juicio. Y a mí como me falta mucho para llegar, no tengo ni sombra de ellos en la frente…”

Con este comienzo es imposible no digerir este pequeño libro en una hora de lectura desenfrenada y al finalizarlo, siento una especie de hormigueo de alegría en el cuerpo. No sé, a lo mejor esta escritora, me sabe transportar tan bien en el tiempo que vuelvo a ser niña otra vez por unos cuantos minutos y, toda la condición humana adulta desaparece; quedando solo la niña que lee y la niña que cuenta el cuento.

Os dejo otro fragmento del libro para que volvamos a ser niños de nuevo y nos olvidemos de los tornillos que apretujan nuestra cabeza y además la oxidan:

“… Mi primo Down es chino. Al menos, eso es lo que yo pensaba hasta hace poco. Ahora ya no sé que pensar.
-Oye, mamá, ¿Y el primo Down por qué es chino? Cuando le hago esta pregunta mamá acaba de arroparme y se dispone a leerme un cuento. Por la cara que pone sé que se trata de una pregunta de respuesta difícil, porque abre y cierra la boca varias veces sin que le salga ninguna palabra, como hacen los peces cuando boquean. Finalmente, cuando consigue hablar tartamudea.
-¡Pe-pe-pero, ca-ca-cariño! ¿Qué preguntas son esas? En primer lugar, tu primo no se llama Down, sino Guillermo. Y si te escuchasen la tía Edelmira o el tío Serafín, se llevarían un disgusto-
-¿Por qué? ¿Se le caería el tornillo al tío?
- ¿Qué ocurrencias tienes. Santo Cielo! A las personas hay que llamarlas por su nombre verdadero, tesoro.
-¡Pero si tú casi no me llamas Siro, sino “cosita, cariño, rey”!
-No es lo mismo.
-Pues yo no veo la diferencia. Además a Down el gusta que le llamen así y no esa ridiculez de Guille, como le llama la tía...”

Bendito tesoro la Infancia!


miércoles, 11 de mayo de 2011

La felicidad esta en paro!




Hoy en día cuando el desempleo en España y en grandes países ronda lo inadmisible, cuando el porcentaje de parados es histórico en el país ibérico, cuando se van uniendo a la petición de ayuda económica internacional más y más países, me pregunto yo si la felicidad también esta en crisis. Parece que si por desgracia.

Pensaría entonces, que la desdichada  Felicidad ha cogido una enfermedad llamada depresión, que para los desentendidos y para ponerlo al alcance de toda la humanidad, ha de ser algo así como una gripe muy aburrida, pues la pobre se pasa los días con un pañuelo de papel en las manos sonándose los mocos, muy  arropada incluso en verano y con la mirada perdida en la nada, como mirando el más allá. Es así como veo esta desafortunada Felicidad.

Estamos re-aprendiendo a vivir  en tiempos de crisis, ajustar el bolsillo, consumir menos y cada vez más razonar no “sazonar” sobre lo que se gasta. Estamos volviendo  generaciones atrás donde divertirse no era sinónimo de playstation, viajes, cruceros, compras, restaurantes, sino más bien todo lo contrario. Pelotas de futbol o boleyball en la playa o en el parque, paseo por el barrio, o de familia “miranda” en los centros comerciales, comida en casa con mamá y por ahí vamos.

Sin embargo, yo ratifico mi creencia de que la Felicidad esta en paro, lo malo es que no tiene subsidio por desempleo y esta jodida porque no puede consumir ni gastar. Esa presión consumista de la que somos creadores y de la que nos sentimos inmensamente orgullosos, esa estigmatización social de que  si no tienes pareja eres infeliz, si no tienes coche o casa más infeliz aún, si no tienes hijos pues estas perdido  y si no tienes trabajo pues imposible conseguir todas las anteriores, ha reducido la Felicidad a TENER incluso a otras personas, sin pensar siquiera en tenernos a nosotros mismos como primera medida anticrisis.

La desventurada INfelicidad se nos esta pegando, porque así como la alegría es contagiosa, la desgracia y los marrones también se pegan. Y se supone que estamos muy bien preparados para vivir; pero para vivir bajo qué condiciones me pregunto yo.

Estoy convencida de que en lugar de tener a la pobre Felicidad inutilizada, lo mejor seríaá ponerla a trabajar en el acto, darla de alta en la seguridad social y a producir!. Quizás sirva de algo y nos contagie un poco de esa pasión y ganas de vivir que experimentamos cuando nos inunda la Felicidad y que tanto necesitamos para seguir viviendo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Recuerdos - Somos lo que recordamos!



Qué otra máquina puede ser tan perfecta, compleja y peligrosa como nuestro cerebro? Puede que algún día la inteligencia artificial no sea tan artificial y entonces nos tendremos que estremecer aún más que hoy. Sin embargo, de momento seguimos siendo dueños de una maquinaria única y exquisitamente enredada.

Nuestra mente se desarrolla respondiendo a estímulos ambientales desde nuestra infancia más temprana. Y tan es así, y vuelvo y repito tan brillante nuestra cabeza que ante circunstancias adversas se crean sistemas defensivos para protegernos, útiles en ese momento pero muy probablemente inútiles 20 años más tarde.

Entonces cuando el adulto reacciona  ante una determinada situación, como si fuera un niño de años 10 qué ocurre? Pues que nuestra red neuronal está diseñada para advertirnos, prevenirnos y protegernos de los peligros percibidos, pero estos sistemas defensivos que hemos creado en la infancia permanece con nosotros los necesitemos  o no.

La negación y evitación de estos recuerdos traumáticos o el “eliminar” estas memorias (algo que nunca ocurre),  se da con frecuencia en personas ansiosas y depresivas. Igualmente sucede que el ser humano diseña mecanismos evitativos muy complejos precisamente para  esfumarse de esas emociones negativas alusivas a dichos recuerdos y, por supuesto no pueden llevar una vida plena y presente.

Algo así como si esta persona viajara en el tiempo a su pasado y permaneciera allí pero viviendo el presente. Por eso olvidamos o pretendemos olvidar estos acontecimientos dolorosos, los reprimimos o intentamos ignorarlos y con esto lo que hacemos es un magnánimo corto circuito neuronal. Tenemos YO’s dispersos en todo nuestro ciclo vital, y así es muy  probable que el YO de hoy ni siquiera tenga conciencia y mucho menos presente.

En resumidas cuentas, no podemos eliminar nuestros recuerdos pues somos lo que recordamos. Cabe tal vez mirar con otra lupa nuestro pasado e invertir un tiempo en curar aquellas heridas que hayan causado dolor y sufrimiento e ir paulatinamente aligerando nuestro YO para que pueda vivir un hoy maravilloso.

jueves, 5 de mayo de 2011

Ritmo Vital


El ritmo de los tambores africanos y en general de cualquier instrumento de percusión, siempre resulta dinámico, vibrante, enérgico y más que nada vivo. 

Pareciera que los tambores cobraran vida gracias a las manos de sus maestros quienes en un estrecho e íntimo vínculo con su “amigo” son capaces de hacerlos hablar. Algunas veces sus palabras transmiten alegría, otras sorpresa, otras tristeza e incluso han llegado a transmitir  vacío, soledad y melancolía.

Consiguen convertirse en un instrumento de desahogo, de desinhibición, de inspiración o de acercamiento  y esta proximidad con nosotros mismos  es la que nos hace tomar consciencia de nuestro ritmo vital.

Repasando esto último, me gustaría aprender a tocar los tambores al ritmo de mi corazón. Cómo sonaría cuando me despierto, cuando duermo, cuando estoy muy feliz, cuando estoy triste o cuando simplemente no estoy? Quizás tocando el tambor seré consciente de lo vivo que estoy y de lo muerto que parezco estar muchas veces.

martes, 3 de mayo de 2011

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TALLER DE SEXUALIDAD FEMENINA

Hora
Martes, 17 de mayo · 19:30 - 21:30

Lugar
Hotel Neri
C/Sant Sever, 5
Barcelona, Spain

Creado por

Más información
local: Hotel Neri
http://www.hotelneri.com/

fecha: 17/05/2011, 19:30h
dirección: C/Sant Sever, 5 Barcelona

LA COMPLEJA SEXUALIDAD FEMENINA, El evento se celebrara con la colaboración de www.dendrosonline.com . A lo largo de la charla propondremos una mirada alternativa sobre nuestra sexualidad y sobre nuestro placer; una perspectiva más humana que nos permita una vivencia de nuestra sexualidad y nuestro sexo más honesta, y más libre.
Ponente: Noemi Dominguez (Psicoterapeuta col. 13791)

Solo habrán 12 asientos, asi que, por favor, confirma tan pronto que pueda con un email al 7p-m@7p-m.com

Precio: 15€ /persona

lunes, 2 de mayo de 2011

Los Clavos de "David"

Un día llego a consulta una pareja, padres de familia que manifestaban tener serios problemas con su hijo adolescente, el joven que llamaremos “David” según relato de sus padres era muy agresivo, no obedecía, solía dar portazos, romper cosas y referirse a ellos con malas palabras; además era esta misma actitud ofensiva la que mantenía en el colegio con sus compañeros y docentes.

Cuando el adolescente ingreso a la consulta y ante la mirada pasiva del psicólogo quien escuchaba atentamente su versión de los hechos, se le ocurrió proponerle a “David” un sencillo ejercicio. Le dijo a sus padres que le consiguieran un martillo  y una caja llena de clavos y la instrucción al chico fue la siguiente: “Cada vez que te sientas muy enfado por algo que te haya ocurrido, o cuando te enfades con tus padres, amigos, profesores, etc, te encerrarás en tu habitación, sacarás la caja de clavos y fijarás uno en tu puerta por cada momento de rabia que tengas. Ahora bien, cada vez que sepas controlar tus impulsos y, que no estalles a la primera sino que sepas canalizar esa energía, te serenes y razones sobre el desencadenante de esa rabia, pues entonces desprenderás un clavo de la puerta.”

Para el adolescente por supuesto supuso una venganza adicional a lo que para él eran injusticias y era la excusa perfecta para acabar con la puerta no a patadas sino a martillazos, por supuesto que acepto encantado la sugerencia de su terapeuta, de hecho, pienso que lo idolatro en ese momento.

Fue así como “David” comenzó a martillar su puerta llenándola de clavos con relativa rapidez. Era tanta la furia que tenia dentro y tan repetidas las ocasiones en que experimentaba esta rabia intensa, que los clavos no duraron muchos días y, sus padres han tenido que comprarle una segunda caja. Así fueron pasando los días y las semanas, pero conforme iba pasando el tiempo, “David” ya no fijaba tantos clavos, es más, empezaba a quitar aquellos que había clavado semanas atrás, pues empezaba a auto regularse.

Al cabo de unas semanas, cuando por fin había aprendido a canalizar su ira y a no emprenderla con lo primero o el primero que se encontraba en su camino, concluyó su tarea soltando el último clavo que quedaba en su puerta y fue entonces cuando le solicitó a sus padres que anhelaba ver de nuevo su psicólogo.

Cuando “David”  llego a la consulta, le comento sus logros al terapeuta. Le dijo que había aprendido; que ahora veía las cosas de otro color y que al final sus enfados muchas veces no tenían argumento válido alguno. Además se dio cuenta de que sus amigos querían pasar más tiempo con él, le invitaban a los partidos y sus padres eran más permisivos algo de lo que realmente gozaba. Después de una charla entretenida, “David” le pidió a su psicólogo un favor…
-         Quiero pedirte un favor especial?
-         Si…Dime…Si puedo hacer algo al respecto con mucho gusto
-         Ocurre que después de haber clavado tantos clavos en mi puerta y luego de haberlos quitado todos y cada uno de ellos, mi puerta ha quedado llena de agujeros y, durante las noches se filtra mucha luz exterior, con lo cual tengo problemas para conciliar el sueño. Podrías por favor hablar con mis padres para que me cambien la puerta?
A lo que el psicólogo respondió:
- “David”, siento mucho que tengas este problema actualmente, pero no puedo ayudarte y te voy a explicar porque. Resulta que esa puerta es el reflejo de lo que eras. Cada uno de esos agujeros, representa las cicatrices que has dejado a otras personas y a ti mismo. Aunque los tiempos hayan cambiado y hoy seas otra persona, el daño lo has hecho. Por eso, tendrás que aprender a vivir con ese pasado para no volver a repetir los mismos errores. Tendrás entonces que aprender a convivir con esos agujeros y aprovechando las lecciones aprendidas, experiencias y cicatrices de tu pasado, forjar y construir un presente y un futuro diferente, puesto que eres el único responsable de tu destino.