Cambio, Variedad, Diversidad, Multiplicidad, Novedad, Surtido, Canje, Permuta, Regateo: La verdadera definición de la prostitución.

La prostitución, conocida como la “profesión más antigua del mundo”, es uno de esos trabajos espinosos de los cuales muchos preferimos, olvidar, ignorar, omitir o quizás apartar de nuestras conversaciones. Un tema que permanece encubierto a pesar de ser la “profesión más antigua y más conocida del mundo entero”.

Hay registros históricos incluso desde el siglo XVIII A.C, sobre la existencia de esta profesión. Incluso en el código de Hammurabi se encuentran fragmentos que regulaban los derechos de herencia de las mujeres que ejercían esta profesión.

Es definida como el acto de participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes; y normalmente es llevada a cabo por las mujeres, aunque se define igual independientemente del género de la persona que ofrece sus servicios.

Los antiguos historiadores Heródoto y Tucídides documentan la existencia en Babilonia de la obligación para todas las mujeres, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega, o Nana/Anahita) para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico.

Mi interés con este artículo no es ni censurar ni aprobar la profesión, tampoco pretendo elaborar un extenso documento sobre su origen y desarrollo,  pero si conviene pensar un poco en porque a las casas, discotecas, bares, etc, donde trabajan estas personas, se les denomina clubs de alterne. Si nos fijamos en el título, es posible que a los más sensibles les de un poco de escalofríos los sinónimos con los cuales definimos estos trabajadores, ya que hablar en términos de canje, permuta, regateo  y surtido de PERSONAS, resulta  muy penoso y perturbador.  Y entonces, viene a mi mente el recuerdo de varias escenas de la película el gladiador de Ridley Scott, cuando Máximo (Russell Crowe),  convertido en esclavo es comprado en Zucchabar, una árida ciudad en África del norte, por  Próximo (Oliver Reed), quien dirige una escuela de gladiadores. Así mismo también recuerdo como los gladiadores se convierten en alimento de tigres para deleite público. No será que nos quedo gustando y que seguimos siendo tan cobardes y cortos de mente que continuamos deleitándonos con este salvajismo? Considero que hemos cambiado el coliseo por el club, a los esclavos les damos otro nombre y los animales ya no son de cuatro patas, pero la esencia parece la misma, al menos a mi me resultan similares.

Nuestra sociedad enmascarada en una doble moral, encubre permanentemente esta profesión, como si nos avergonzáramos de que existan y seguirán existiendo, como si ocultándola, haciéndola ver menos decadente,  dejara de ser lo que es. Lo cierto es que solo hay un único culpable de esta estigmatización y un único abogado defensor, capaz de darle los derechos que merecen, rescatarlos del abismo legal y social en que se encuentran y otorgarles la libertad que silenciosamente piden:  Ese abogado es NOSOTROS. Amanecerá y veremos.